jueves, 23 de octubre de 2008

Promover el cambio sin centrase en lo mejorable: la intervención apreciativa


La metodología habitual para desarrollo procesos de cambio parte de la identificación de las áreas de mejora. En palabras políticamente incorrectas, hay que identificar los defectos, los errores y las carencia para priorizar las más trascendentes y sobre ellas edificar la mejora. Reconozco que siempre me ha parecido que este enfoque tenía un tinte un tanto deprimente. Por ello me he esforzado en añadir, sumultaneamente, una reflexión sobre aquello que mejor hacemos. Mirarse al espejo sistemáticamente para verte sólo las imperfecciones puede acabar en masoquismo.

Pues bien, gracias a mi buen amigo Juan Manuel Pascual, técnico del Departamento de Función Pública del Ayuntamiento de Vitoria-Gazteiz he podido conocer una forma diferente de enfrentar el cambio que me parece, al menos, sugerente. Se denomina intervención apreciativa y, en esencia, lo que plantea es centrar la atención en cómo nos gustaría que fuera nuestra organización, nuestro programa o cualquier otro elemento sobre el que queremos desarrollar un cambio, una mejora. De esta forma, buscamos focalizar la atención en el futuro, en la meta a alcanzar y nos olvidamos del pasado, de lo que no ha funcionado o de lo que ha dado problemas. Prioriza el sueño frente a las dificultades cotidianas.

Este enfoque sostiene que la identificación, análisis y mejora de los errores, defectos, carencias de una organización genera una energía y una emoción negativa que limita la fuerza transformadora del cambio. Por el contrario, cuanto más nos centramos en un mensaje positivo más duradero y efectivo resulta el cambio. Por otra parte, esta forma de afrontar el cambio facilita la adhesión colectiva, al dejar de lado los aspectos mejorables del desempeño de detrminadas peronas o equipos.

Siguiendo a Federico Varona Madrid, las fases de la intervención apreciativa son las siguientes:

  1. Descubrir lo mejor de la organización mediante la entrevista apreciativa.

  2. Soñar el futuro. Crear la visión soñada de la organización mediante las declaraciones de aspiraciones.

  3. Diseñar el futuro, identificando los elementos que son necesarios para construir el sueño.

  4. Vivir el sueño, identificando las acciones necesarias y planificando su realización.

Como decía anteriormente me parece un planteamiento interesante que cuestiona algunas formas habituales de enfrentar la mejora y nos puede dar pistas para superar algunas resistencias al cambio.

2 comentarios:

Germán Gómez dijo...

Teniendo en cuenta que una de las bases de nuestro mundo es la afición a darnos latigazos delante de dioses diversos, es normal que nos cueste ver las cosas en positivo.
Rojas Marcos en su libro sobre el optimismo, comenta un dato muy significativo: la mayor parte de las técnicas utilizadas en psicología se centran el corregir lo negativo y mucho menos en potenciar lo positivo.

Anónimo dijo...

F. JAVIER BÁREZ
Estimado Enrique. Me alegra mucho tu post puesto que me ha recordado una muy agradable jornada de Junio del 2006 que tuvimos la suerte de "compartir" con Federico Varona y su Intervención Apreciativa, en la que seguro estuvo Juanma.
En ella nos hizo participar reflexionando y buscando en nuestro interior los que nos motiva para acudir todos los días al trabajo, qué relación mantenemos con nuestro jefe, cuál es la que quisiéramos tener y qué estamos dispuestos a hacer para cambiarla.¿Qué es lo que más valoramos en nuestro jefe, en la comunicación con él o ella?
Federico nos hablóde la intervención e investigación apreciativa como una nueva teoría, una nueva forma de ver la realidad haciendo preguntas positivas cuyas respuestas saquen lo positivo de las personas. Una nueva filosofía, una nueva forma de pensar, de compartir, implementar. Una nueva metodología que nos guie hacia la innovación evbitando la crítica y la negatividad.
El sistema tiene cuatro fases; descubrir lo mejor de cada uno/a, soñar el futuro que queremos, diseñar como lo queremos vivir y vivirlo, sólo viendo lo positivo de las personas. En definitiva una nueva perspectiva humanista basada en la Teoría de la construcción social cuyos principios son positividad, imaginario, poético, el cambio empieza en cuanto pensamos en él.
Y a vosotros/as ¿qué os motiva de vuestro trabajo?, ¿qué es lo que más valoráis en la comunicación con viestro jefe/a?.
Un abrazo