domingo, 24 de mayo de 2015

Reflexiones desde el coaching en una jornada electoral: la importancia de saber despedirse

Hoy se celebran en España elecciones locales y autonómicas en la mayoría de las Comunidades Autónomas. En esta ocasión se presentan nuevos partidos y otros, no tan nuevos, parece que van a irrumpir con fuerza. Incluso sin estas novedades, al final del día habrá personas que sabrán que tienen que despedirse de su responsabilidad como cargo público. Otras ya lo tenían claro desde antes ya que no formaban parte de las listas electorales. Por otra parte, la alegría y cierta inquietud interior serán protagonistas para quienes sepan que han resultado elegidos.

Hace algo más de dos años, con motivo del cambio de gobierno en la Comunidad Autónoma de Euskadi, escribí un grupo de post que vuelven a recobrar actualidad en este momento. En uno reflexionaba sobre los que se van. Sobre la importancia de saber cerrar una etapa. Lo puedes leer aquí.

Releyéndolo ahora, sigue manteniendo plena actualidad y te animo a que le des una mirada. Añadiría que saber terminar un proyecto, un trabajo, una relación,... no solo es importante para la persona que lo hace. También quienes se quedan lo necesitan. En ocasiones, algunas de las personas que se quedan, cogen la responsabilidad de defender el "legado" de quién se marchó y le hacen muy difícil la llegada a la nueva persona que ocupa su lugar. Por eso, si quién se va no sabe hacerlo, quienes se quedan han de asumir su parte de responsabilidad en gestionar adecuadamente el final de esa etapa.

¿Cómo hacerlo? Pongámonos en el caso de que quién se va lo hace prácticamente sin despedirse o con una despedida que no da mucha opción a cerrar bien. Quienes se quedan, una vez que esa persona ya no está, pueden reunirse dejando una silla vacía que represente a quién se ha ido. Poco a poco, una persona tras otra, se van despidiendo de quién se fue. Cada uno con sus palabras, con sus vivencias, con sus emociones.

Planteo aquí una propuesta de conversación de despedida. La forma ha de adaptarla cada uno a las palabras y el estilo que sienta como suyo. Si no se hace desde la autenticidad no tiene ningún sentido:

1. Gracias por la contribución que has realizado. Más allá de que haya habido cosas que no me han gustado, reconozco lo que has tratado de aportar. Formas parte de la historia de esta institución y así te recordaremos.
2. Hay muchas cosas que has hecho o a las que has contribuido que se quedan con nosotros. Sin embargo, la vida sigue. Llega otra persona a cubrir tu puesto y con ella iremos recorriendo un nuevo camino. En él puede que cambiemos cosas que hicimos contigo. Eso no implicará que olvidemos tu contribución, pero esta institución es mucho más que cada una de las personas que la componemos y que pasamos por ella en un momento u otro. Por ello, respetando lo que has aportado, nos sentimos con libertad para realizar nuestro propio camino.
3. Perdón por si algo que he podido hacer o decir te ha llegado a hacer daño.
4. Te deseo éxito en lo que puedas emprender a partir de ahora.

Igualmente, es importante saber recibir a quién llega nuevo. Pero eso ya será objeto de otro post.

Post data: Recuerda que los días 25, 26 y 27 de junio facilito un taller en el que abordaremos las claves para afrontar la vida en política, incluida la habilidad para saber llegar y saber despedirse. Más información y matrícula aquí.

This is the end, beautiful friend 
This is the end, my only friend, the end 
Of our elaborate plans, the end 
Of everything that stands, the end 
No safety or surprise, the end 
I'll never look into your eyes, again
"The end". The Doors




miércoles, 6 de mayo de 2015

Lo que no se enseña a quienes entran (o están) en política

Este post ha sido elaborado para su publicación inicial en el blog de Emana.

Probablemente hacía muchos años que no había tantas personas con tanta ilusión por la política. Tantas personas que incluso se han decidido a comprometerse con un proyecto político hasta el punto de ir en puestos con posibilidades de resultar electos en las próximas elecciones municipales.

Para la mayoría de estas personas los ayuntamientos son instituciones desconocidas. Seguro que han utilizado servicios municipales, incluso han realizado alguna tramitación administrativa puntual en ellos. Sin embargo, muy pocas conocen su funcionamiento.

Probablemente, ya sea de manera individual o a través de las organizaciones a las que pertenecen, estarán estudiando lo más esencial de la estructura organizativa de un ayuntamiento. Incluso algunos conceptos básicos de las múltiples legislaciones que rigen el quehacer de una administración pública local. Pero los que más saben de normas y leyes son los empleados y empleadas públicas con quienes van a compartir los próximos años. Los ayuntamientos no necesitan personas técnicas elegidas por la ciudadanía, sino políticos y políticas capaces de liderar a la organización municipal y al conjunto de la ciudadanía del pueblo o ciudad. Lo que necesitan es personas con propuestas, con visión del municipio que quieren contribuir a construir y con capacidad para ejercer un liderazgo efectivo desde las nuevas funciones que van a desempeñar.

Para ello, las personas que van a entrar a protagonizar la actividad política tienen que aprender otros temas que habitualmente no se enseñan. Es más, que ni siquiera se suelen mencionar.

1. Aprender a sobrellevar la decepción. La propia y la de quienes le apoyan. Como bien saben quienes ya llevan tiempo en la actividad política, las ilusiones con las que se entra en ella, las expectativas que se ponen, se ven con prontitud confrontadas con límites que nos llevan a la decepción.

Pero también ha de aprender quién entra en política a asumir que va a decepcionar a muchas personas que ahora le apoyan, personas que incluso forman parte de su propio proyecto político. Y para aprender a decepcionarse es necesario entenderse mejor a uno mismo y entender las dinámicas que hay detrás de la superficie de la política.

2. La responsabilidad política implica, en ocasiones, dirigir a equipos de personas empleadas públicas. Personas que saben mucho más que el cargo político de los aspectos técnicos del ámbito correspondiente. Por ello, también ha de aprender a dirigir en un contexto en el que el conocimiento concreto lo tienen otras personas. Y no siempre es fácil ponerse en ese lugar.

3. Se necesita aprender a gestionar las alianzas y buscar consensos.

4. Aprender a liderar los cambios afrontar los conflictos.

5. Aprender a manejar las relaciones con "los suyos". A hacer equipos con quienes gobierna y saber manejarse en las turbulentas luchas que vivirá en su propia organización.

6. Aprender a manejar los "tiempos" de la política. Saber llegar y saber marcharse. Saber gobernar como si se fuera a estar siempre pero con la maleta preparada para irse.

7. Aprender a que la vida privada deje de serlo o al menos no lo sea tanto. A no poder pasear sin que te saluden decenas de personas preguntándote por "lo suyo" o planteándote alguna magnífica idea que han tenido. A mantener una vida personal en un contexto que tiende a fagocitarlo todo. 

8. Aprender a decir que no sin que eso suponga un desprecio hacia el otro.

9. Aprender a ser leal a uno mismo a la vez que a un proyecto compartido. No siempre es fácil moverse en la línea que divide el compromiso con un proyecto y las propias convicciones personales. Saber llevar las contradicciones que se generan es esencial para evitar caer en el cinismo o en el abandono de los principios propios.

10. Aprender a escuchar mejor. No perder la capacidad de escuchar puntos de vista diferentes, aunque resulten incómodos. Evitar el cinturón de fieles que dicen solo lo que uno quiere escuchar.

De estos y algunos otros temas no se habla ni se enseña cuando se entra ni cuando se está en política. Cada uno ha de aprenderlo a base, frecuentemente, de golpes y frustraciones. Y en demasiadas ocasiones esa experiencia lleva a abandonar tempranamente la política o a defenderse detrás de una costra de cinismo. Y quienes continúan sorteando ese cinismo lo hacen sobre fuertes dosis de sufrimiento que muy pocos conocen.

Por todo ello, realizo de la mano de EMANA cursos que permiten realizar ese aprendizaje. Programas formativos que buscan ayudar, a quienes están en política o llegan a ella, a afrontar la vida en política. Es algo que me apasiona y que creo contribuye a generar una política mejor, una sociedad mejor. La próxima edición será en Bilbao los días 25 al 27 de junio. Si te interesa puedes inscribirte aquí.


domingo, 3 de mayo de 2015

Siete años de blog


El 3 de mayo de 2008 publiqué mi primer post bajo el título "Por qué la danza del cambio?. Siete años intensos en lo profesional y en lo personal. Con altibajos en la dedicación al blog que se puede apreciar en la oscilación en el número de post publicados. Desde los 61 del primer año, a los 25 del 2013. El año pasado remonté de nuevo hasta los 37. En total 290 post y más de 88.000 usuarios distintos.

En estos años he ido compartiendo lecturas, experiencias, reflexiones sobre los temas que me interesan y que he pensado que podrían interesar a otras personas. Me siento satisfecho. Disfruto haciéndolo aunque haya veces que me cuesta más que otras. Y la sensación de utilidad que me da el pensar, y en ocasiones escuchar, que lo que comparto resulta interesante, me compensa con creces cualquier esfuerzo.

Si no fuera por las personas que estáis ahí esto no tendría sentido. Así que gracias por hacer posible este espacio que me permite también centrar ideas, resumir aprendizajes, dar forma a pensamientos que andan sueltos por mi cabeza. Y con ello hacéis posible también mi propio crecimiento y aprendizaje.

GRACIAS

Nos leemos en el próximo post.