La semana pasada tuvimos el cuarto módulo del cursosobre coaching sistémico y constelaciones organizacionales que organiza EMANA.
Es un lujo compartir ese espacio con un poker de ases internacional de la
aproximación sistémica a las organizaciones. Creo que lo que tenemos cerca no
lo valoramos lo suficiente porque un curso de este nivel es extraordinariamente
complejo de lograr. Traer al mismo curso a casi todos los primeros espadas mundiales,
provenientes de México, Austria, Italia, Portugal y País Vasco no es nada fácil
ni usual. Hace falta una persona de un perfil tan “conseguidor” como MaríaCarrascal para lograrlo.
En esta ocasión disfrutamos lo indecible con Georg Senoner, un italiano de la región de Tirol del Sur (Bolzano) que nos mostró la cara más laica de
las constelaciones organizacionales. De hecho, él no se define como
constelador, sino como consultor que utiliza diversas herramientas. Las
constelaciones organizacionales son una más de esas herramientas. Ya hablé de
él y del libro del que es coautor en otro post, así que no voy a repetirme a mi
mismo. Solo subrayar que no me defraudó escucharle y verle actuar en directo.
Más bien todo lo contrario, me inspiró.
Especialmente significativa me resultó la forma en
que utilizó el modelo de las cuatro habitaciones del cambio, del psicólogo
sueco Claes Janssen. Este modelo describe los procesos de cambio como un movimiento a través de cuatro estados psicológicos o "habitaciones". Dos
de ellas se sitúan en el lado del “no quiero cambiar”. En uno de los casos no
quiero cambiar porque estoy satisfecho con lo que tengo. Es la habitación de la
SATISFACCIÓN. En otras ocasiones, aunque no me planteo cambiar, tampoco me encuentro
a gusto en la situación en que estoy. Es la habitación de la RESISTENCIA.
Otras dos actitudes se posicionan en el lado del
“quiero cambiar”. En una de ellas, aunque quiero cambiar, no se ni hacia dónde
ni cómo cambiar. Es la habitación de las CONFUSIÓN. Por último, cuando quiero
cambiar y sé lo que tengo que hacer, me encuentro en la habitación de la
RENOVACIÓN.
Este modelo tiene un carácter dinámico, de tal forma
que constituye un proceso circular que nos lleva de la satisfacción a la
resistencia, cuando por ejemplo el entorno cambia y lo que me satisfacía ya no
lo hace. Desde la resistencia se da paso a la confusión, cuando acepto que
tengo que cambiar pero no veo hacia dónde o con qué estrategia, para llegar a
la renovación cuando ya veo qué es lo que tengo que hacer. En la medida que lo
que hago funciona vuelvo a la satisfacción y así sucesivamente.
Desde este marco podemos preguntarnos en qué
habitación estoy ahora en relación con un determinado tema. Al visualizarnos en
una de ellas puedo preguntarme qué tengo que hacer para pasar a la siguiente
habitación.
Georg utilizó este modelo de manera reiterada como
forma de “recoger la cosecha” que se había sembrado en la constelación. La
constelación para él es simplemente una herramienta para que el cliente acceda
a un conocimiento que tiene implícito. Cuando entiende que ya dispone de nueva
información le plantea sentarse a reflexionar sobre ella para identificar vías
de acción. Es en este momento cuando utiliza el modelo de las cuatro
habitaciones del cambio, preguntando al cliente: para responder a la pregunta
que te has planteado ¿qué es necesario CUIDAR (habitación de la satisfacción)?
¿qué es necesario DEJAR (habitación de la resistencia)? ¿qué es necesario
ACLARAR (habitación de la confusión)? ¿qué es necesario PROBAR o testar
(habitación de la renovación?
La foto la tomó Asier Gallastegui
1 comentario:
Buenas tardes Enrique!
Gracias por tu post tan útil y tan completo. NO pude asistir a este seminario por obligaciones mayores... comenzábamos con un cliente y prioridades mandan. Coincido contigo en la valoración que haces sobre G. SEN0NER y su libro. Lo tengo "trillado", mi buen colega Nestor SANGRONIZ que estuvo allí, me habló de las "Habitaciones del cambio" y de hecho las utilizamos en una sesión de entrenamiento. Con tu permiso reboto la entrada y la reflexión. Agradecido y admirado como siempre por tu capacidad de síntesis. Abrazo!
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