En la entrada anterior explicaba la forma de intervención sistémica de Christine Blumenstein. Para ello identificaba las fases en que la estructura y planteaba las dos primeras. Continúo con las dos siguientes:
3. Intervención: umbral / caos. Tras la primera configuración sistémica y una primera escucha de la misma, Christine comienza a intervenir de una manera muy directa, también en contraste con otros facilitadores. Con su enorme capacidad didáctica, nos hace ver posteriormente que esas intervenciones no se basan en una "iluminación" o en una conexión "mágica", sino en la escucha de lo que las personas (ya sean representantes o los propios clientes) van diciendo. A su vez, se va planteando preguntas sistémicas: ¿qué o quién falta? ¿qué o quién no está en su lugar? ¿está equilibrado el dar y el tomar? ¿dice algo la "gramática" de la constelación (la forma en que están colocados los elementos)?... Sobre lo escuchado y las preguntas que se realiza, Christine va explorando: introduce nuevos elementos, mueve personal y directamente a los ya existentes para cambiarlos de lugar,... y si no parecen aportar a la cuestión planteada vuelve al punto de partida. Ese proceso de exploración, de ensayo / error, se va a largando todo el tiempo que sea necesario. No parece que la duración de la intervención le preocupe especialmente.
En esta fase utiliza diversas herramientas específicas de la intervención sistémica como separación de lo que está mezclado ("mano cataléptica"), incorporación del cliente a la constelación, "rituales", anclajes de la solución,....
De nuevo en contraste con otros facilitadores sistémicos, Christine va realizando intervenciones hasta que considera que la constelación ha "exprimido" el jugo que tiene que dar para abordar la cuestión que el cliente ha planteado. Otras facilitadoras sistémicas, cierran la intervención sin necesidad de acercarse a las claves de la cuestión planteada. Les basta con que el cliente pueda haber visto algo desde una perspectiva diferente.
4. Integración. Finalmente, Christine aborda el cierre de la intervención abriendo un espacio para la reflexión, incluso para la realización de reflexiones y sugerencias por su parte, subrayando de nuevo un estilo especialmente directivo en su manera de trabajar. Otros prefieren que no se comparta nada tras la finalización de la intervención, dejando que lo visto vaya siendo digerido por el cliente. Este es uno de los valores singulares del curso de EMANA, permite ver diferentes formas de hacer por lo que evita una formación/adoctrinamiento en determinado estilo. Son los propios participantes quienes pueden contrastar y encontrar su propia manera de hacer, sabiendo que no traicionan ortodoxia alguna.
En este contexto, también tuvimos oportunidad de escuchar y ver cómo utiliza la constelación del problema, el tetralema o la aplicación de la aproximación sistémica a las empresas familiares.
Para terminar, mis notas sobre lo que es una constelación desde la perspectiva de Christine: "una constelación es poner fuera el sistema según la percepción interior del cliente, permitiéndole así verlo con una perspectiva que le da la oportunidad de ver cosa que no había visto y reflexionar sobre cuál podría ser un próximo paso para avanzar en relación con la cuestión planteada. Se trata, en consecuencia, de sacar fuera nuestro sistema interno para verlo representado espacialmente, trabajar en torno a él e inventar nuevas narrativas que nos harán posibles nuevas vías de acción".
Por cierto, los días 6 y 7 de mayo puedes escuchar en Bilbao a George Senoner. Le trae Emana al curso de constelaciones organizacionales y coaching sistémico pero eso días (anteriores a las sesiones del curso) realiza taller al que puedes asistir. Es una magnífica oportunidad que te recomiendo. Para inscribirte pincha aquí.
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