Tercer módulo del curso de constelaciones organizacionales y coaching sistémico organizado por EMANA y en cuyo equipo docente participo. En esta ocasión hemos podido disfrutar de tres intensas jornadas de trabajo con Christine Blumenstein. Esta trabajadora social, psicoterapeuta, supervisora y coach austriaca, es una de las más brillantes formadoras en terapia y consultoría sistémicas. Ha sido muy instructivo verla trabajar y escuchar su enorme capacidad pedagógica para explicar su forma de intervenir desde una perspectiva sistémica. Fue tal su entrega y su derroche de energía que, al final, uno de los participantes no puede eludir una pregunta tan poco "ortodoxa" como "¿y tú qué comes?".
Entrando en sus aportaciones, podemos estructurar la forma de intervención sistémica de Christine en cuatro fases:
1.- Identificación de "la cuestión". Con un sustrato que conecta con las preguntas circulares sistémicas y el enfoque centrado en la solución, Christine va realizando, con una enorme naturalidad y cercanía, una serie de preguntas orientadas a concretar cuál es la cuestión que el cliente quiere trabajar.
- ¿Cuál sería tu pregunta para el trabajo que vamos a realizar juntas?
- ¿Cómo sabrías que nuestro trabajo ha tenido éxito?
- ¿Cuál seria un resultado realista para ti de esta sesión?
- ¿Y si consiguieras cambiar esto cuáles serian las consecuencias de ese cambio?
- ¿Y cuáles serian las principales consecuencias para ti?
- ¿Y cómo lo notarias en el día a día?
- ¿Quién tendrá más claridad al producirse ese cambio?
- ¿Quién más notaría que ese cambio se ha producido en ti?
- ¿Cómo lo percibirían ellos aunque fuera un cambio muy sutil?
- ¿Has sentido esas sensaciones en algún otro momento?
- ¿Y cómo fue para ti?
- ¿ Cómo llego a ser que tu actuaras o te sintieras así?
- ¿Qué hiciste para lograr que eso se produjera?
Por contraste con otros facilitadores sistémicos, Christine no tiene problemas en dejar hablar al cliente, en permitirle que entre en detalles. Crea así una conexión poderosa con el cliente que le va a ayudar en el desarrollo de la intervención. Otros facilitadores, como ella misma subrayó, prefieren buscar la esencia y no permiten que el cliente abunde demasiado en el contenido de su situación.
Otra particularidad de su forma de trabajar reside en la mucha atención que presta a entender la estructura del equipo, incluso de la organización si puede resultar pertinente. Para ello dibuja un gran círculo que representa al equipo en cuyo interior (o en su exterior, si es el caso) va ubicando a los diferentes elementos del sistema que son significativos para la cuestión que el cliente ha planteado. Es interesante que incluso si el cliente se ofrece a ayudarla le dice amablemente que prefiere hacerlo ella porque así entiende mejor la situación.
Una vez aclarada la cuestión, Christine decide qué herramienta puede ser más útil para el cliente. Si se inclina por usar una constelación, trabajará con representantes si los hubiera o se servirá bien de figuras, bien de "anclajes" (objetos situados en el suelo para señalar el lugar en que se coloca cada elemento) o bien con sillas.
2. Primera configuración sistémica.
Partiendo de la opción por una representación espacial del sistema (constelación), Chistine concreta primero con el cliente los elementos que constituyen el sistema de la cuestión que desea abordar. A continuación, solicita al cliente que coloque a cada representante en el lugar que considere adecuado, tratando de dejarse llevar por sus sensaciones más que por su cerebro, por el "dónde debería estar". Si no hay representantes, ella asume el papel de cada elemento a configurar y el cliente la coloca donde cree oportuno. En ese punto, mediante un papel u otro objeto que permita identificar hacia dónde mira el elemento, se señala el lugar en que ha sido colocada y se pasa al siguiente. En caso de utilizar sillas, lo que se ubica en el espacio representando a los diferentes elementos de la cuestión son las sillas.
Este procedimiento se utiliza igual para una situación de coaching de un equipo. Su forma de proceder, en ese caso, es que la persona con más responsabilidad en el equipo realiza ese proceso y luego se pregunta a los demás sobre si lo ven igual o hay diferencias significativas. En este caso, la propia diferencia puede ser ya objeto de trabajo e intervención sistémica.
Tras la definición de esta primera configuración sistémica, se procede a explorar la situación de cada elemento. Si hay representantes, son éstos los que expresan cómo se sienten en ese lugar y en relación con los otros elementos. Si se usan anclajes o sillas, es el propio cliente o clientes los que van explorando unos y otros lugares. Para facilitar la percepción de las relaciones con los otros elementos, la propia facilitadora va ocupando los lugares de los otros elementos para que el cliente pueda explorar qué siente en relación a ellos.
Una vez aclarada la cuestión, Christine decide qué herramienta puede ser más útil para el cliente. Si se inclina por usar una constelación, trabajará con representantes si los hubiera o se servirá bien de figuras, bien de "anclajes" (objetos situados en el suelo para señalar el lugar en que se coloca cada elemento) o bien con sillas.
2. Primera configuración sistémica.
Partiendo de la opción por una representación espacial del sistema (constelación), Chistine concreta primero con el cliente los elementos que constituyen el sistema de la cuestión que desea abordar. A continuación, solicita al cliente que coloque a cada representante en el lugar que considere adecuado, tratando de dejarse llevar por sus sensaciones más que por su cerebro, por el "dónde debería estar". Si no hay representantes, ella asume el papel de cada elemento a configurar y el cliente la coloca donde cree oportuno. En ese punto, mediante un papel u otro objeto que permita identificar hacia dónde mira el elemento, se señala el lugar en que ha sido colocada y se pasa al siguiente. En caso de utilizar sillas, lo que se ubica en el espacio representando a los diferentes elementos de la cuestión son las sillas.
Este procedimiento se utiliza igual para una situación de coaching de un equipo. Su forma de proceder, en ese caso, es que la persona con más responsabilidad en el equipo realiza ese proceso y luego se pregunta a los demás sobre si lo ven igual o hay diferencias significativas. En este caso, la propia diferencia puede ser ya objeto de trabajo e intervención sistémica.
Tras la definición de esta primera configuración sistémica, se procede a explorar la situación de cada elemento. Si hay representantes, son éstos los que expresan cómo se sienten en ese lugar y en relación con los otros elementos. Si se usan anclajes o sillas, es el propio cliente o clientes los que van explorando unos y otros lugares. Para facilitar la percepción de las relaciones con los otros elementos, la propia facilitadora va ocupando los lugares de los otros elementos para que el cliente pueda explorar qué siente en relación a ellos.
Continuará en unos días
Os dejo este video de Chistine (está en inglés):
http://youtu.be/waD6dl4wFGA
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