Tranquilos no voy a hablar de la Fórmula 1. Del Ferrari que quiero hablar es Elisabeth Ferrari, quién impartió un curso en Bilbao hace unos días, en el marco de la formación en Consultoría, coaching sistémico y constelaciones organizacionales de EMANA. Elisabeth Ferrari forma parte del SySt®-Institute junto con Insa Sparren y Mattias Varga von Kibéd, creadores del trabajo sistémico estructural.
Desde luego le va bien a Elisabeth la metáfora de los coches de carreras. Es una máquina perfectamente engrasada capaz de aportar una gran cantidad de conocimiento en un tiempo limitado. Con una extraordinaria capacidad pedagógica y una clara estructuración de los contenidos nos hizo aprender y disfrutar.
Tratar de trasladar aquí lo que aportó a lo largo de tres días es un objetivo del que desisto. Sin embargo, hubo dos aspectos que sí quiero destacar. Uno en relación con el contenido y se refiere al trabajo con valores que desarrolló. Partiendo de la idea de que es imposible definir un valor de manera universal, ya que cada uno lo entendemos y vivenciamos de una manera diferente, centró la atención en cómo se relacionan entre sí los valores que vive una organización y la forma de trabajar sobre esa relación. Nos mostró dinámicas y herramientas útiles para ayudar a las organizaciones a reflexionar y plantearse qué hacer en torno a los valores genéricos que ha identificado y que, con demasiada frecuencia, no pasan de un papel declarativo. En ese marco utilizó el "triángulo de polaridades de creencias" del que ya he hablado en otros post (por ejemplo, aquí y aquí).
También me pareció especialmente interesante el trabajo que realizó en torno a los valores que hay detrás de los juicios que emitimos sobre otra u otras personas (o equipos) y la forma de trabajar sobre ellos y sus creencias a través del valor exagerado y el valor minorizado. En unos meses EMANA volverá a traerla y te recomiendo que estés atento a las fechas porque merece la pena.
El otro aspecto que quería destacar es la forma en que define lo que hace. Como buena estructuralista, parte de un esquema lógico que identifica estructuras detrás de los temas que quiere trabajar. Ese esquema lógico, si queréis esas "formas estructurales", las utiliza como herramientas de trabajo en el contexto de la consultoría o el coaching. Si pasa a representarlas en el espacio entonces las define como "formatos". Ese trabajo que otros llaman constelación para ella es una simulación, la representación del mapa mental de la persona o el equipo con el que está trabajando.
Curiosamente esto me ha conectado con un libro que he leído recientemente: Systemic coaching & constellations, del británico John Whittington. Me resultó curioso encontrar un autor anglosajón. Hasta ahora todo lo que había oído o leído era europeo (Holanda, Alemania, norte de Italia, España, ...) y tenía curiosidad por ver cómo planteaban el tema desde la perspectiva del mundo anglosajón. En general ha cumplido los pronósticos: claro, conciso, al grano. Menos creativo pero bastante didáctico.
Whittington diferencia tres fases en una intervención sistémica. Cada una con su propio valor. No son una escala de importancia o de intensidad, sino fases con vida propia que no necesariamente han de transitarse.
1.- La entrevista sistémica.
2.- La construcción de un mapa que representa en el espacio los elementos planteados en la entrevista. Con la facilidad que da el idioma el ingles para estos casos, lo denomina "mapping".
3.- Constelación. Identifica esta fase con la intervención en el mapa creado.
Me ha interesado esa diferenciación entre elaborar un mapa espacial y la intervención en él. En muchos casos el mero hecho de que el cliente vea en el espacio su propio mapa mental es suficiente para abrirle nuevas vías de acción. En otros puede aportar el trabajo a realizar sobre ese mapa. Y cuando hacemos eso, sintoniza más conmigo hablar de simulación que de constelación. Un concepto que en nuestro idioma y nuestra cultura nos lleva más a pensar en la astrología que en la astronomía.
3 comentarios:
Un artículo muy interesante Enrique. Te felicito por este articulo y por todo el blog. Descubrirte ha sido una muy grata sorpresa. Seguiré con muchs ilusión tus futuras entradas.GRACIAS
Gracias Mariona. Un placer compartir. Encantado de encontrarte por aquí. Un abrazo.
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