¡Cómo corren los días! Los días 3 y 4 de junio se celebró el tercer Congreso de Excelencia en las Administraciones Públicas. Iñaki Ortiz ya ha hecho una breve crónica en Administraciones en Red. La verdad es que estuvo muy bien y disfruté. Hubo muchas cosas interesantes pero una de las que me resultaron más sugerentes no surgieron de una de las ponencias o presentaciones oficiales. Sí que fué una aportación realizada por un ponente, Jesús Martinez de la Generalitat de Catalunya, pero la hizo en una breve intervención como asistente a una de las sesiones alternativas.
Se estaba hablando de liderazgo emocional, liderazgo transformacional. Me pareció "más de lo mismo", quizás de lo más flojo del congreso. Pero en el debate, ¡zas! el destello. Jesús Martinez plantea la pregunta ¿los líderes no deberían ser invisibles? ¿no debería ejercerse el liderazgo de tal manera que quién realizara esa función se difuminara en la corresponsabilidad del equipo?
Planteaba en otro post que en la medida en que todos influimos en otros, ya sea para bien o para mal, todos somos líderes. En la medida en que todos somos líderes, la función de liderazgo desaparece. No hay un lider, es el propio equipo quien lidera. Ya hay autores que hablan de diversos tipos de liderazgo: liderazgo organizacional (para referirse a las funciones de liderazgo aplicadas al conjunto de la organización), liderazgo de equipo (cuando esas funciones de manifiestan en el marco de un equipo de trabajo) y liderazgo "sin cargos" (aplicable a cualquier persona de la organización). El planteamiento del líder invisible no necesariamente cuestiona esta pluralidad de perfiles pero creo que subraya que esa función no debería asociarse con un papel protagonista en la organización. El lider invisible podría seguir siendo lider en el marco de la organización, del equipo o de si mismo pero el protagonismo lo asumiría el equipo, el equipo de líderes que formamos cualquier grupo de personas que trabajamos juntos.
Para darle unas vueltas.
5 comentarios:
Interesante. Muy interesante. En las ultimas semanas he debatido sobre temas similares.
La red vs el grupo; nodos autónomos conectados dónde pareciera que principios como el orden (por ejemplo) de mi querido pensamiento sistemico aplicado a las constelaciones organizacionales se cuestiona.
En ese mismo contexto el debate entre diferentes maneras de dinamización. Jugando sueco vs latino y la comprobación consciente de que los segundos arrastramos la reflexión y labor frente a los primeros que se encargan de dar estructura y dejan hacer.
Y los lideres invisibles... Yo solo he experimentado de los de estar en mitad de la plaza y me ha gustado formalizar lo que estaba por debajo de la mesa.
Trazas de la antigüedad. Estoy en estas. Como evolucionar en esta manera de entender el liderazgo sin perder de vista propuestas que me hacen vibrar y puedan parecer de valores más clásicos.
Un abrazo Enrique
Enrique, si que lo voy dando vueltas tambien yo al tema. El ponente principal, Rafael Cañadas, incluso desde planteamientos teoricos de liderarazgo transformacional,se posicionó a favor de planteamientos de este tipo. Es un campo que merece ser explorado donde puden confluir posicoanes hasta ahroa alejadas: la derivadas del carisma defendidas por Escuelas de Negocios, a las conectivas, mas en una orientacion 2.0. En unas semanas te mando un articulo (ahora en prensa) donde reflexiono sobre todo esto). Si te animas, podrias hablar de esto con nostros mas adelante. Seguro que nos aportas buenas ideas. (Me encanto tu papel en Congreso).
Gracias por vuestras aportaciones y comentarios. Seguro que seguimos cruzando reflexiones. Por depronto quedo a la espera de ese artículo de Jesus M.
Un abrazo
Muy buenas,
Yo le daría una vuelta de tuerca más a este acertado post.
Creo que son los seguidores los que influyen en el líder. Son ellos los que buscan un líder y le moldean a su gusto.
Creo firmemente en el peso de los seguidores. En un equipo son los seguidores los que empujan al líder y no al revés. Es como un rebaño de ovejas: la que va primera avanza porque la empujan las demás y la última avanza porque cree que la primera guía.
Todos tenemos los líderes que nos merecemos. El mérito o demérito recae en los seguidores.
Cada vez que oigo algo sobre el éxito de un líder no puedo evitar recordar el mérito de los seguidores.
Como genialmente describe El Roto: son los líderes los que siguen a los seguidores:
http://bit.ly/4ciObu
¿ABURRIDO DE TANTO LÍDER?
http://bit.ly/9Pa0M4
He conocido a algunos de estos líderes invisibles. Hasta he recomendado a alguno para una promoción en empresas clientas, sorprendiendo considerablemente con la propuesta a quienes ni se habían dado cuenta de la valía del colaborador.
Yo les llamo "catalizadores". Son personas sin las que la reacción química no se produce en el equipo, pero que no parecen intervenir porque el catalizador no desaparece en la reacción.
La organización taylorista castiga mucho a los líderes invisibles, porque la evaluación del desempeño sólo considera el rendimiento individual, no la contribución al resultado del equipo.
Gracias por el artículo.
Michel Henric-Coll
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