domingo, 1 de noviembre de 2009

Amor, mucho amor


Hace unos día me paso algo insólito desde la cultura social y organizativa en la que me muevo habitualmente. En una presentación de un proyecto en una capital del sur de España tomó la palabra una mujer joven y, con el acento que caracteriza a los habitantes de esas tierras, me dijo "aquí lo que hace falta es amor, mucho amor". Rápidamente el responsable de más rango en la organización intervino para solicitar otras aportaciones "menos metafísicas". Sin embargo, me pareció una aportación enormemente sugerente. La base del amor no es otra que el profundo respeto por el otro y nuestras organizaciones están bastante necesitadas de él. Del respeto que cimenta la confianza; de la confianza que fundamenta la implicación; de la implicación que se traduce en motivación, en entrega, en aportación y, finalmente en un servicio mejor y en unos mejores resultados.


Así que amor, mucho amor y una mayor capacidad para expresarlo. Para dejar salir la emoción que llevamos encarcelada dentro de nosotros y que nos cierra a los demás, que hace mucho más difícil que los demás nos entiendan, se conecten con nosotros y, a la inversa, que nosotros seamos capaces de escuchar lo que a los otros les preocupa. Nuestras organizaciones, la formación de nuestros gestores ha dejado de lado esta vertiente que se vuelve imprescindible si queremos transformar en profundidad nuestro desempeño.

3 comentarios:

Fco.Javier Bárez dijo...

Querido Enrique:
¿Por qué nos cuesta tanto decir te quiero?. ¿Por qué nos cuesta tanto hablar de amor?.
Pero si es la condición natural de la especie humana. Podemos enlazar con lo escrito hace dos post.
Hablar de amor, de nuestros sentimientos, emociones es de lo más sano que existe para nuestra estabilidad. El amor es la base del respeto y la confianza. Y en el seno de las organizaciones parece que está prohibido.
En alguna parte, leí hace tiempo que tenemos que esforzarnos en decir varias veces al día: perdón, necesito que me ayudes, ¿necesitas ayuda?, gracias y "te quiero".
Puede ser un buen principio amoroso
que ayude a crear un clima emocional sano.
Un abrazo
Javi

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Enrique:
Supongo que te acuerdas de mi. Pues nada, que paseando entre blogs me he encontrado con el tuyo y me ha llamado la atención esta última entrada. Inmediatamente me he acordado de la peli "Ciudadano Kane", ¿la has visto? Pues el mensaje que yo leo de la peli, al igual que de tu entrada, es que al final sólo nos quedan las cosas sencillas, las cosas de la niñez, que perfectamente puede ser el Amor.
Tantas prisas, tanta EFQM, tanta innovación para llegar a las cosas más humanas y sencillas.
Un abrazo.

gallas dijo...

Amor, mucho amor... Y cuando levantamos la voz para decirlo alguien nos pone una cuerda en el tobillo para que el globo no nos lleve muy lejos. Me gusta que retomes el blog y que nos lleves a estos lugares.
Eskerrik asko