domingo, 15 de junio de 2008

Aprendiendo de “El lado oeste de la Casa Blanca”

Ya se que no es una serie precisamente nueva pero no soy un telespectador demasiado entregado a la tarea. El caso es que vi por curiosidad un episodio hace unas semanas y me pareció una magnífica serie. Tanto que la sigo con relativa asiduidad (¡qué invento los discos duros que graban programas de la TV!). Hay episodios que podrían utilizarse como estudios de caso en programas formativos de políticas públicas. Ha habido uno que me pareció especialmente brillante. En él, un viejo asesor del Presidente, Leo, es de nuevo llamado a la Casa Blanca cuando apenas queda un año de mandato al actual presidente.

Cuando llega lo que ve es una actividad frenética…. apagando fuegos de todo tipo. De hecho, apenas logra que alguien le preste la más mínima atención. Siempre hay algo urgente que impide continuar la conversación. El día finaliza y el presidente le invita a cenar a su casa (son buenos amigos). Algo ocurre que los espectadores no sabemos y el presidente comienza a llamar a todos su colaboradores para que se reunan de inmediato en la Casa Blanca. Una vez todos reunidos le da la voz a Leo quién escribe en una pizarra un número: “350”. Pregunta, ¿qué es esto? Los días que nos quedan en la Casa Blanca, le contesta uno de los asistentes. Así es, responde, y cada uno de esos días tenemos la posibilidad de hacer más cosas por este país que todos los del resto de nuestra vida fuera de aquí. ¿Creen que han ocupado su tiempo en coherencia con ello?. Los asistentes guardan silencio y se miran los unos a los otros. Diganme ahora, continua el asesor, ¿a qué van a dedicar su tiempo mañana?. Cada una de las personas que están en la sala va destacando algún proyecto realmente significativo para el futuro de su país.

Cambiar implica desaprender. Salirnos de nuestras pautas habituales de comportamiento. Una de esas pautas nos lleva a actuar hiperactivamente sin darnos cuenta que hiperactividad no implica avanzar hacia el lugar que nos gustaría alcanzar. Nuestras organizaciones necesitan de “Leos” que les hagan levantar la cabeza de los incendios para dedicar sus esfuerzos a los proyectos que realmente pueden cambiar la vida, la nuestra y la de los demás, la de nuestra organización y la de toda una sociedad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sabía que existiera esa serie. Parece un auténtico master de gestión por capítulos. Y lo del 350, brillante. Mañana lo escribo en Lakua ;-). Gracias por la referencia.