La literatura sobre liderazgo es cualquier cosa menos escueta. Me parece que no exagero si digo que hay centenares de publicaciones que abordan este tema desde una u otra perspectiva. El caso es que el fenómeno del liderazgo es tan multifacético que sigue siendo posible encontrar enfoques interesantes. Es mucho más difícil descubrir algo radicalmente novedoso pero la forma en que se mezclan y se articulan ya conocidos puede permitirnos miradas que anteriormente nos pasaban desapercibidas.
Tichy y Bennis asumen el desafío de plantearnos otra perspectiva del liderazgo. En este caso, focalizan su atención en la competencia para tomar decisiones acertadas por los líderes, convirtiéndola en la piedra clave sobre la que consideran que pivota un líder. Así, resumen diciendo que la función más importante de un líder es tomar buenas decisiones y la segunda es formar a otros líderes para que puedan tomar buenas decisiones.
Centrados en este enfoque, los autores subrayan que hay tres ámbitos clave en los que es fundamental tomar buenas decisiones. Según sus investigaciones, los lideres que toman muy buenas decisiones en otros ámbitos pero no en estos no son buenos líderes. Estos tres ámbitos son: las personas, la estrategia y las situaciones de crisis.
Tichy y Bennis plantean un modelo para la adecuada toma de decisiones. De hecho, utilizan el concepto "criterio" que da título al libro, para manifestar que la toma decisiones no es un algo que se puntual, sino que se desarrolla a lo largo de un proceso que es necesario cuidar y realizar adecuadamente para poder lograr decisiones efectivas. Este proceso tiene una primera fase de preparación de la decisión (que subdividen en "percibir/identificar", "situar/formular" y "movilizar/alinear"), otra que sería propiamente la de decisión y una última de ejecución. Esta última fase la subdividen a su vez en "lograr que ocurra" y "aprender/ajustar". Subrayan los autores la importancia de que un buen líder se preocupe no solo por preparar bien la decisión a tomar y tomarla en el momento adecuado, sino que resulta esencial que despliegue su capacidad para asegurar que la decisión tomada se lleva realmente a término según las pautas que hayan podido establecerse.
A lo largo del libro se van desgranando cada una de estas fases y subfases, aportando historias concretas que especifican y muestran de manera aplicada los conceptos que quieren desarrollar. Personalmente, en ocasiones esa amplia narrativa me ha resultado pesada, en la medida en que el ejemplo pudiera estar muy lejos de los ámbitos de mi interés.
Otro aspecto que se subraya es la importancia de las partes implicadas. El líder ha de cuidar la relación con ellas ya que son claves para aportarle información útil en el proceso de toma de decisiones y garantizar que esas decisiones se llevan a cabo.
Por último, se subrayan cuatro tipos de conocimiento necesario para lograr alcanzar un buen criterio de toma de decisiones:
- conocimiento de uno mismo, valores y metas personales;
- conocimiento de la red social, relativo a las personas que nos rodean diariamente;
- conocimiento de la organización, conformada por las personas de todos los niveles;
- conocimiento contextual, que son los "interesados" en los resultados de la organización.
Las últimas cien páginas se dedican a presentar lo que denominan "Manual de criterio de liderazgo" que, personalmente, me han parecido totalmente redundantes con respecto a lo ya planteado a lo largo de las anteriores.
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