domingo, 26 de enero de 2014

Cambio inducido, cambio adaptativo y cambio intencional

Me apasiona el cambio. Ningún secreto para quienes me conocéis aunque solo sea a través de este blog. El título ya es toda una declaración de principios. Lo que despierta mi interés es cómo llega a producirse ese cambio. La vida es en sí un cambio continuo pero ¿por qué se produce un cambio concreto y no cualquiera de los otros ciento o miles que podrían haberse producido?

El cambio que más me interesa es el cambio de carácter social, el cambio que afecta a grupos humanos, ya sean sociedades, organizaciones, equipos,... el cambio colectivo. Claro que un cambio colectivo se asienta en cambios individuales y que los cambios individuales inciden en los cambios sociales, pero mi foco de atención en esos cambios individuales se relaciona, precisamente, con su vinculación con los cambios sociales, por ejemplo ¿cómo una modificación en el comportamiento de una persona llega a transformar la dinámica de funcionamiento de un equipo?

En este marco, la teoría sistémica y la forma que enfoca las organizaciones y los sistemas sociales me resulta potente y atractiva. Identificar las interacciones, la forma en que se articulan unos elementos de un sistema con otros; ver las dinámicas circulares, los arquetipos que cada sistema muestra (ya sea organización, equipo o sociedad), son línea claves para entender los cambios que realiza y los que bloquea. Una muestra son las rutinas defensivas que podemos percibir en un equipo u organización, esto es, el patrón o la pauta de respuesta que se repite una y otra vez cuando, por ejemplo, un departamento plantea una sugerencia que podría afectar al equilibrio de poder informal en la organización.

Cambios hay de muchos tipos o, con otras palabras, los cambios los podemos categorizar de muchas maneras. Así, hay cambios inducidos, cambios adaptativos y cambios intencionales. Clasificar una realidad tan compleja siempre es una ejercicio de ficción pero en nuestra cultura aristotélica nos ayuda a ordenar y estructurar las ideas:

  1. Los cambios inducidos son aquellos provocados directamente por un agente externo. Por ejemplo, los cambios en la legislación tienen este carácter, provocan cambios que no han sido queridos necesariamente por las organizaciones afectadas: delimitación de competencias entre administraciones, modificación en el sistema de pago de impuestos, límites para la emisión de determinadas sustancias a la atmósfera,...
  2. En los cambios adaptativos también está presente un estímulo externo, pero en ellos es la organización o el equipo quién se plantea realizar cambios para adaptarse tratando de mantener aquello que considera importante. Su singularidad reside en que la organización se pregunta qué podemos hacer para incorporar el cambio inducido de una forma que nos resulte más conveniente. En este tipo de cambios, el motor es externo pero se busca liderarlo de una manera más cercana a los intereses de la organización, el equipo o la sociedad afectada.
  3. Finalmente, en el cambio intencional, el arranque del cambio es la "intención", el deseo de generar un cambio desde el propio sistema. Claro que hay un entorno que influye pero la opción de no plantearse ese cambio es perfectamente posible. Sin esa "intención" el sistema podría seguir su curso, incorporando los cambios inducidos y generando los cambios necesarios para adaptarse a su entorno. En el cambio intencional, hay personas concretas, grupos o equipos, que quieren producir un resultado diferente, un cambio que consideran necesario. Hay una clara motivación intrínseca.
Me interesa especialmente el cambio que se desea liderar, el cambio intencional y el cambio adaptativo, en la medida en que incorpora también la intención de generar una determinada dirección en el cambio que el entorno nos empuja a realizar. Esa es mi pasión y ahí voy a concentrar mis esfuerzos.

sábado, 18 de enero de 2014

Presentación del libro "Líderes públicos en la nueva economía"


Oscar es un referente en la blogosfera pública. Su blog i-Public@ lleva desde 2007 planteando reflexiones y propuestas para transformar la Administración Pública. Acaba de publicar este libro en el que condensa de manera amena y ágil 100 de esa ideas.

En el acto de presentación estará también otra personas muy significada en el cambia de la Administración Pública, en este caso, de la vasca: Joseba Pérez de Heredia, actual Secretario de Coordinación y Gestión del IVAP y una de las personas clave en Q-Epea (entidad que agrupa a organizaciones públicas vascas en busca de la excelencia).

Seguro que en el debate no faltarán menciones a algunas de las ideas que el libro plantea. Entresaco aquí algunas que me han parecido especialmente jugosas:

"La desmotivación y la desidia que se desprende de numerosas organizaciones públicas deben ser convertidas en pasión e implicación en el servicio público".

"Un problema de calado: la pérdida de la ética de servicio en el ejercicio de las funciones públicas".

"Recordemos que los público es el espacio común cedido por los ciudadanos en el que, mediante la producción de valor público, se concilian los diferentes intereses en beneficio de la colectividad. Por tanto, lo público es por y para los ciudadanos, por y para las personas".

"El Open Government implica situar al ciudadano en el centro de la gestión pública , reforzando su papel de accionista de lo público, usuario-receptor de servicios y co-productor de valor público, bien de forma directa o indirecta".

"Los gobiernos no son negocios y considerarlos como tales los infravalora".

Dirigir en el ámbito público "es diferente del ámbito privado, por eso es complicado para profesionales que vienen de este sector". ¿Dónde ve las diferencias Oscar? aquí van:
- Los jefes son políticos. "Se caracterizan por su ambigüedad, heterogeneidad, amplitud, flexibilidad".
- La norma. "Exige un ímprobo esfuerzo de imaginación para impulsar iniciativas dentro de los límites que aquella define".
- Los resultados. "Difíciles de cuantificar, con elevados intangibles, sin relaciones inmediatas causa-efecto, con tendencia a confundir indicadores de actividad".
- Los grupos de interés, incluyendo la opinión pública. "Su capacidad de influencia, variabilidad, los hacen difíciles de anticipar y ejercen un efecto significativo sobre los políticos".
- Los subordinados. La naturaleza del empleado público, su cultura y motivación, así como el escaso margen de maniobra que el directivo tiene sobre las condiciones del personal a su cargo, hacen difícil la gestión de estos equipos, que ha de estar dotada de un entendimiento y una sensibilidad especial para lograr el objetivo de involucrarlos en las directrices de la gestión".

Si quieres escuchar más y conversar con el autor nos vemos el miércoles.

También puedes leer la entrada que Antonio Díaz realizó en el blog Administración Inteligente: Hay vida después de la burocracia.

domingo, 12 de enero de 2014

Huellas del 2013

Tengo la sensación vivir a ritmo de videoclip, pasando de una imagen a otra a un ritmo frenético. Ya no es que el cambio sea una obviedad en nuestras vidas, sino que parece que lo valioso es cambiar en sí mismo, sin plantearse de dónde ni hacia dónde. Pero, como ya he planteado en alguna otra ocasión, el cambio profundo requiere que haya algo que permanezca.

Y ahora que hemos cambiado de año me pregunto por lo que permanece, por las huellas de 2013. Esta es mi personal crónica del año que ya hemos despedido:

1. Cinco años. El 1 de septiembre de 2013 hizo cinco años que deje el Ayuntamiento de Getxo para iniciar una nueva etapa profesional en mi vida. Esa efeméride me deja la sensación de haber atravesado un umbral. No solo, que también, por haber ido surfeando la crisis con un resultado más que razonable, sino por la sensación de consolidación de mi proyecto profesional. Desde esa sensación el 2014 aparece como un año en el que poder hacer brotar mucho de lo que he ido germinando en este periodo.

2. Una película documental fue la que más huella me ha dejado de las vistas en 2013: "Searching for sugar man". Me impresionó la historia que cuenta y la forma en que la cuenta. Una emocionante narración que hace presente la reflexión sobre el éxito, la relatividad, el destino, la forma de afrontar de la vida,... Y sigo preguntándome cuántos Rodriguez hay en este mundo que desconocemos y nunca llegaremos a conocer.

3. Me encantó la serie protagonizada por Kevin Spacey "House of cards". Una despiadada crónica de la política cuando ésta es tan solo una lucha por el poder personal, en la que cualquier asomo de ideales o valores ha desaparecido totalmente. 

4. En el ámbito de la música, el festival de jazz de Getxo me dio dos momentos llenos de emoción. El concierto de Stacy Kent, intimista y romántico, y el de la Lincon Orchestra con Wynton Marsalis, lleno de swing y de fuerza a partir de una nutrida línea de vientos. Una gozada.



5. En cuanto a lecturas, el 2013 ha sido un año centrado en los libros profesionales, muy poca novela. Algo que espero corregir en el año que comienza. De lo leído, que no necesariamente publicado durante el año,  me han dejado especial huella "Managament inteligente", de Rosseler y Senoner; "El coach extraordinario", de Zenger y Stinnett; "Coaching y liderazgo de equipos" de Hawkins" y "¿Qué tal lo hago? Los secretos del feedback", de Williams.

6. La muerte de Nelson Mandela también la he vivido como un hito significativo. Una persona de la que podemos aprender bastantes cosas, incluido que no hay nadie perfecto, que cada uno tenemos nuestro lado oscuro lo cual no nos impide que podamos hacer grandes cosas por los demás y por la sociedad en la que nos ha tocado vivir.

7. El 2013 también me deja la idea de transparencia, no solo por la nueva ley aprobada y el debate que ha traído consigo, sino por todo lo sabido a partir de la filtración de los papeles de Snowden.

8. Además, el pasado año he trabajado intensamente en torno a la temática de los códigos éticos para la administración pública, colaborando con el Instituto para la Gobernanza Democrática "Globernance".

9. En las actividades de aprendizaje volvieron a dejar huella Katia del Rivero y Jan Jacob Stam, permitiéndome seguir explorando en la intervención sistémica en las organizaciones.

10. El diez lo voy a dedicar a las huellas que me deja 2013 en lo más personal. Soy de los que piensan que la transparencia no es un valor absoluto, tiene un límite, así que me vais a permitir que esas huellas concretas se queden conmigo, en mi intimidad.

Y ahora, a navegar por las aguas del 2014 con ganas e ilusión.