domingo, 31 de agosto de 2008

Blogs sobre gestión de personas

Carlos Martí es un investigador de IESE Business School que tiene un blog denominado Trompazos en la Red en el que vierte sus comentarios sobre la gestión de personas en las organizaciones. Pero su vocación investigadora le ha llevado a analizar un amplio número de blogs dedicados a esta temática en función de su tráfico e impacto en la red. Producto de ese trabajo es la segunda versión del ranking de blogs sobre dirección de personas en las organizaciones. Más allá del orden de la clasificación, producto de los criterios utilizados por Carlos, me parece de interés reproducirlo aquí ya que puede facilitar nuevas referencias sobre esta materia en la blogosfera. A mi, desde luego me ha hecho descubrir algunos blogs francamente interesantes. Desde luego, lo que queda claro es que este ámbito está ampliamente representado en la red.

TOP 20
Blog

1 Buscarempleo
2 Senior Manager
3 David Monreal

4 Personas y empresas
5 Yoriento
6 Comunícate
7 rrhh blog
8 Blog de rrhh
9 Guía de gerencia
10 Por fin es lunes
11 Coahing Vs koaching
12 Trompazos
13 El inconformista
14 Capital Humano 2.0
15 Direccion habilidosa
16 Hablemos de talento
17 Blogemplo
18 Liderazgo y gestión de equipos
19 Ni máquinas ni plata
20 Foro RRHH

En el blog de Carlos Martí podéis encontrar la lista completa con los 67 blogs analizados.

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Sindrome postvacacional o insatisfacción laboral?

Se avecina la habitual proliferación de artículos y reportajes en torno al síndrome postvacacional. Vivimos en una época en que cualquier malestar se convierte en un diagnóstico clínico y, al menor descuido, nos ofrecen algunas pastillas maravillosas para superarlo. Seguro que somos muchos los que al acercarse la fecha de reincorporarnos a nuestro puesto de trabajo hemos sentido en alguna ocasión alguno de los síntomas que año tras año nos recuerdan los medios de comunicación. Pero ¿qué hay detrás de esos síntomas? Cuando uno tiene un trabajo que le ilusiona, cuando se siente realizando un proyecto por el que merece la pena esforzarse, cuando trabajamos en algo que vemos lleno de sentido no hay síndrome postvacacional ni lunes traumático. No nos engañemos, la frustración, depresión, falta de energía o lo que sea que pueda generar la finalización de un periodo vacacional no se soluciona con pastillas. Lo que necesitamos es tomar consciencia de hasta dónde nos llega la insatisfacción con nuestro trabajo y plantearnos qué podemos hacer para convertir esa actividad en algo más estimulante.
¿Y si no es posible? Primero diría que no nos rindamos con tanta facilidad. Hay muchas ocasiones en que nosotros no lo vemos posible, pero quizás otras personas que trabajan en puestos similares al nuestro o incluso aparentemente menos gratificantes, vuelven al trabajo con la sonrisa en el rostro, mostrándonos que es posible vivir el trabajo de otra manera. Así que, en primer lugar, pidamos ayuda, pero ayuda no para combatir los síntomas sino para tratar de reflexionar sobre nuestro entorno laboral y buscar nuevas formas de estar y de actuar.

Sin embargo, puede ocurrir que no lleguemos a encontrar la manera de articular nuestro actual puesto de trabajo con un proyecto que nos ilusione. Ese es el momento de tomar otra decisión. ¿Quiero pasar el resto de mi vida laboral amargándome y amargando a quienes me rodean? ¿Viviendo en una queja constante y esperando cada día libre, cada vacación como una bendición salvadora? Si esa opción te gusta está claro que estás en el lugar adecuado, pero si no es es así, si no quieres resignarte a arrastrarte así el resto de tus días parece necesario romper el molde y buscar otro trabajo.

Sin duda que hay contextos laborales poco incentivadores pero siempre recuerdo las palabras de Victor Frankl cuando, a partir de su experiencia en un campo de concentración nazi afirmaba que la última, la principal libertad del ser humano, la que nadie puede arrebatarte, es la libertad de elegir la forma en que respondes a lo que te ocurre. Evidentemente eso supone asumir las responsabilidades de cada uno, tomar las riendas de nuestra propia vida y abandonar la cómoda pero impotente postura de atribuir la responsabilidad (culpa) de los que a uno le ocurre a los demás, ya sea el jefe, la sociedad, la empresa,....

Por último, puede que haya quien piense que la mejor manera de combatir el síndrome postvacacional sería alargando las vacaciones. Lo curioso es que las vacaciones adquieren el valor que les damos precisamente en contraste con el período laboral. Si las vacaciones se prolongaran indefinidamente serían otra cosa y de nuevo volverían a enfrentarnos a la pregunta crucial ¿qué sentido tiene para mi la vida? ¿para qué me levanto cada día? ¿cuál es mi proyecto vital? En la medida en que podamos respondernos a estas preguntas también podremos buscar que actividad o actividades son las que mejor responden a ese planteamiento. Y cuando lo hagamos la distinción entre trabajo y vacación probablemente adquiera otro sentido.

lunes, 11 de agosto de 2008

Lecturas de verano

La novela negra es otra de mis aficiones. Leo este tipo de literatura todo el año pero en verano me concentro en ella de manera especial. Tengo varios libros preparados. La compra más reciente ha sido la de un nuevo sueco del que dicen maravillas: Stieg Larsson. Ha escrito tres novelas antes de morir. La primera de ella se ha publicado recientemente en castellano con el título "Los hombres que no amaban a las mujeres". El resto de la lista lo forman obras más antiguas que esperaban pacientemente un momento adecuado para ser leídas.

El libro de Larsson se acerca a las 700 páginas pero por las 150 que me he tragado casi de un bocado pronostican un rápido final. Me está causando una magnífica impresión. Los personajes están muy bien trazados y la historia es original, fuera de los patrones al uso en la novela negra más clásica.

Claro que también hay autores que se mueven por caminos más habituales en el género pero que te enganchan en la primera página y no te dan respiro hasta el final. En este grupo englobaría a Michel Connelly, Robert Crais o Harlan Coben. Otro estilo más latino es el de Andrea Camilleri con su comisario Montalbano, todo un personaje. Sin embargo, los que tengo en la maleta son Cortafuegos, de Henning Mankell, y El angel negro de John Connolly. Un autor dificil de clasificar. Sus obras las protagoniza el detective Charly Parker (sí, como el célebre saxcofonista) pero nada que ver con el habitual entorno urbano de las novelas de detectives. Nos movemos en tierras pantanosas con un ambiente a veces casi tétrico. Un ámbiemte que Connolly construye a las mil maravillas en torno a tramas que me enganchan enormemente. En todo caso, reconozco que puede no ser plato para todos los gustos.

Con lo que uno no suele equivocarse es con los clásicos, Chandler o Hammet son apuesta segura. En todo caso, si os interesa el género os animo a visitar la página web de la libreria Negra y Criminal, de Barcelona, dónde Paco y Montse ejercen de libreros a la vieja usanza pero venden por correo y pueden hacer magníficas recomendaciones.

martes, 5 de agosto de 2008

Vacaciones, intercambio, confianza y sostenibilidad

Hace ya varios años comenzamos a intercambiar nuestra casa para irnos de vacaciones. Tengo dos hijos y una hija y buscar alojamiento para cinco suponía un coste importante, especialmente si pretendíamos conocer otros países. Una casualidad me llevó a conocer INTERVAC, una especie de club en el que haciéndote socio puedes contactar con personas de cualquier parte del mundo que también formen parte de él y quieran cambiar su casa por la tuya. Puedes intercambiar tantas veces como quieras, siempre que encuentres con quién, claro. Nosotros lo hemos hecho una vez en Semana Santa y el resto en verano. Hemos visitado el Algarve portugués, París, Roma y, este año, Austria.

Siempre que comento esta forma de disfrutar de las vacaciones, en la que el coste del alojamiento es cero, despierta interés. Sin embargo, enseguida la conversación deriva hacia el miedo a lo que le pueda pasar a tu casa. ¿Y si te rompen algo? ¿Y si se llevan algo? .... Es curioso ver cómo en Portugal, Italia y España lo que más abunda en el intercambio son las segundas viviendas, mientras que en el centro y el norte de Europa, en Estados Unidos, Canadá,.... lo que se cambia es la vivienda principal. ¿Culturas menos desconfiadas? Porque al final lo que hay detrás de esta iniciativa es la confianza. Casi podría decir la confianza en el género humano. Claro que hay riesgo, en todo lo hay. También hay riesgos en dejar la casa cerrada, a la vista de todo el mundo, como un reclamo que dice "no estoy, ¡róbame!". Sin embargo, parece que hay un temor más profundo a dejar que otros entren en el último reducto de intimidad que uno tiene.

Precisamente ese introducirte en algo tan íntimo como la casa de otras personas supone una aportación singular en este tipo de vacaciones. Te ayuda a entender otras culturas, a sentir más cerca a las personas que las componen. Educativamente es una experiencia extraordinaria para mis hijos. Por otra parte, es una forma de disfrutar de las vacaciones muy sostenible ya que no hace necesario que exista un enorme parque de viviendas que sólo se utilizan unas semanas al año.

Ya que este es un blog con una orientación profesional voy a servirme de estas reflexiones veraniegas para utilizarlas como metáfora para la vida de las organizaciones. Nos cuesta compartir nuestra casa ¿y nuestra oficina? ¿tendríamos problema en intercambiar con otros o es mía y sólo mía? ¿Y si intercambiamos nuestros puntos de vista? La vida, la realidad, cada uno la miramos desde nuestra singular atalaya. Intercambiar ese lugar con otros nos abriría perspectivas y posibilidades que ahora ni nos imaginamos.